• NOTICIAS Y ACTUALIDAD TURISTICA
  • HISTORIA, TURISMO, GASTRONOMÍA
  • EVENTOS, FIESTAS, TURISMO RURAL
  • ALOJAMIENTOS, RUTAS, MONUMENTOS, PLAYAS

La plaza Redonda de València

Turismo Turismo Valencia

12 jun, 2019

A lo largo de la historia esta plaza ha sido bautizada con diferentes nombres: El Clot, Nueva, Circular, de la Regencia, del Cid, siendo finalmente la denominación de plaza Redonda la que ha prevalecido a lo largo de estos años. En la actualidad esta glorieta está reconocida como Bien de Relevancia Local.

La plaza Redonda de València se encuentra rodeada por un conjunto de treinta y cuatro edificios de diversos estilos y dimensiones que conforman un núcleo, en el centro del cual se ubica la plazoleta. Esta plaza antiguamente constituía el centro geométrico de la ciudad de Valencia, aunque actualmente, tras el desarrollo urbano de la ciudad, este centro ha quedado desplazado.

La plaza Redonda es la viva representación de un espacio urbano de carácter neoclásico situado en el centro histórico de la ciudad y con una clara función comercial.

Qué ver en la plaza Redonda de València

La plaza Redonda de València es uno de esos lugares con un carácter auténtico, que no suele ser incluido en las típicas rutas turísticas que recorren los lugares más reseñables de la capital valenciana. En este espacio del casco de València se respira tradición e historia.

Uno de los aspectos que hacen tan especial a la plaza Redonda de València son sus tiendas. Esta glorieta alberga un mercado tradicional, en el cual sus puestos ofrecen una gran gama de productos a los visitantes, obsequios que van desde puntillas, mercería, encajes, delantales, baberos, artesanía, souvenirs e, incluso, una pajarería.

Además, cada domingo se organiza el mercadillo de la plaza Redonda de València, lo cual acaba alterando totalmente la fisionomía habitual del recinto, ya que en sus alrededores se montan una gran variedad de puestos donde se venden libros, música, juguetes y objetos de coleccionismo filatélico como son los sellos, las monedas o los cromos.


Historia de la plaza Redonda de València

Desde la época de la invasión árabe, la zona comercial del casco histórico de la ciudad de València ha estado situada en el distrito en el que actualmente se encuentra la plaza Redonda. Este contexto se mantuvo a lo largo de toda la cristianización, localizándose en esta zona la pescadería, la carnicería y el matadero. La determinación de trasladar este último a las afueras de la ciudad a comienzos del siglo XIX desencadenó la aparición de este histórico Bien de Relevancia Local.

Después de haberse producido la demolición del antiguo matadero, que se encontraba en desuso desde principios del siglo XIX, el arquitecto Salvador Escrig, el mismo que se hizo cargo de las obras de derrumbamiento del matadero, presentó el proyecto de estructuración de la nueva plaza Redonda, que se extendería en estos terrenos. Tras la evaluación del proyecto llevada a cabo por la Academia de San Carlos, encargada de controlar la arquitectura pública y religiosa de la ciudad desde 1784, el arquitecto modificó dos aspectos de la que sería la plaza Redonda de València para reforzar la percepción regular de la misma.

La primera de estas modificaciones fue la instalación de un techo que cubriera el último tramo del acceso de cada una de las cuatro calles que desembocaban en la plaza Redonda. De esta forma, el círculo que conformaba esta explanada quedaba totalmente cerrado.

La segunda de estas alteraciones sería la implantación de una fachada sencilla y homogénea que favoreciera su edificación, debido a que no se llevaría a cabo la construcción de la totalidad de la plaza al mismo tiempo, sino que se abordaría en proyectos intermitentes.

En esta reforma, la plaza Redonda fue conectada con las calles contiguas utilizando cuatro arcos carpaneles, tres de los cuales se situaron sobre las antiguas entradas al matadero y a la pescadería. El bloque quedó partido en 35 parcelas susceptibles de ser edificadas, de las cuales solamente 16 tienen fachada a la plazoleta.

Las plantas bajas de estas parcelas se destinaron a la instalación de comercios, de la misma forma que las primeras y las segundas alturas se utilizaron para viviendas de alquiler y los áticos fueron utilizados como almacenes de los comercios instalados en las plantas bajas, como indicaba el proyecto normativo.

La edificación de esta glorieta empezó en el año 1837 con la involucración en el proyecto de diversos arquitectos que llevaron a cabo la construcción original elaborada por Salvador Escrig. En el año 1846 fueron finalizadas las obras, colocándose en el interior de la plaza 8 árboles siguiendo la forma circular de la misma.

En el año 1850 se dispuso en el centro de la plaza una ornamental fuente de taza redonda y de cuyo centro sale un pilar acabado en columna. Presidiendo este pilar central había un farol tradicional valenciano que servía como punto de iluminación de la plaza, aunque este farol desaparecería en la última remodelación a la que se vio expuesta la glorieta.

Posteriormente, no se hicieron esperar las alteraciones sobre el trazado original de las fachadas de la plaza, principalmente, se reajustaron las dimensiones de las ventanas horizontales de los almacenes situados en el ático, ampliándose los huecos para conseguir una mayor entrada de luz por ellos, ya que estos habitáculos se estaban empezando a reutilizar como viviendas precarias.

Fue a partir de este momento cuando comenzó la ruptura progresiva de la estética unificada que presentaba la plaza Redonda de València.

Una de las modificaciones más relevantes producidas en el interior de la plazoleta fue el levantamiento del tinglado circular de madera y pizarra, soportado bajo una estructura de cerchas metálicas que, aunque tuvo un carácter temporal, permaneció en uso destinado a la venta ambulante. Una reforma que ha repercutido significativamente en el aspecto de la plaza, debido a que este elemento dificulta considerablemente la panorámica del espacio circular, saliendo perjudicado el valor estético del proyecto original.

En el año 1977, el Ayuntamiento de València dio el visto bueno para la colocación de unos puestos de comercio fijo bajo el tinglado. La noticia no fue bien recibida debido a que se construyeron unas pequeñas estructuras rectangulares de madera con piezas cerámicas que iban en disonancia con la estética original de la plaza Redonda.

Entre los años 2008 y 2010 se produjo una primera fase de remodelación que consistía en adecentar la deteriorada fachada interna y devolverle su color original. Una segunda fase de esta rehabilitación abordada entre octubre de 2011 y mediados de 2012 supuso el reemplazo del anillo interior de comercios por unos puestos con una estética más moderna pero en la misma línea de los anteriores.

Finalmente, en torno a la fuente se ha dispuesto un anillo circular metálico donde se han escrito las diferentes denominaciones con las que se ha conocido a la plaza Redonda de Valencia. De la misma forma, también se ha añadido un fragmento de la obra de Vicente Blasco Ibáñez, Arroz y Tartana, donde se habla de la plaza aún cuando era conocida como la plaza de El Clot.

Horarios de la plaza Redonda de València

De lunes a sábado de 10 horas a 20 horas.
Además, como hemos indicado anteriormente, el mercadillo que alberga la plaza Redonda de València todos los domingos y festivos permanece abierto desde las 8 hasta las 14 horas.


Cómo llegar a la plaza Redonda de València

Los que deseen visitar la plaza Redonda de València podrán hacerlo desplazándose hasta la estación de metro de Xàtiva, usando las líneas 3, 5 y 9 de metro. Los que prefieran utilizar la línea pública de bus podrán desplazarse hasta la parada de la plaza de la Reina usando las líneas 4, 8, 9, 11, 16, 28, 70, 71, o bien utilizando las líneas 7, 27 y 73 hasta la parada de Mercat Central – Llotja.

t

o

p